Existen 3 tipos de gastos en un negocio: gastos fijos y variables
Fijos: llamados así por tener una periodicidad y un importe conocido.
Variables: son aquellos que debemos hacer pero que tanto su periodicidad como el importe pueden variar.
Gastos no esenciales o discrecionales: son aquellos que efectuamos pero no son imprescindibles.
¿Para qué sirve un presupuesto?
Durante el mes hay muchos aspectos que involucran el uso de tu dinero. Por ejemplo, pagar la colegiatura, hacer el súper, los recibos de los servicios básicos y otros tantos que vale la pena revisar y categorizar en un documento. Aquí debes de dividir tus gastos fijos y variables mensualmente.
Un presupuesto te permitirá establecer prioridades en tus gastos y optimizar al máximo el uso de tus ingresos.
De esta forma podrás saber qué son los gastos fijos y variables, y tendrás la posibilidad de eliminar o controlar los gastos innecesarios que estén afectando tus finanzas personales.
Seguir un presupuesto mensual es un paso importante para comenzar con un ahorro que te permita alcanzar tus metas y objetivos.
Gastos fijos
Son un tipo de gasto de carácter obligatorio que tienes cada mes. Ejemplos de ellos pueden ser:
El colegio de los hijos.
Facturas de servicios como agua, electricidad o gas.
Deudas de tiendas comerciales o pagos de créditos.
La renta de la casa.
En definitiva, son aquellos aspectos que sabes que debes costear todos los meses de forma constante.
Gastos variables
Son todos los gastos que pueden cambiar, aquellos que no sabes que tendrás que hacer y que pueden cambiar en cada período. Estos son algunos ejemplos:
Ir a un concierto.
Comprar alguna refacción del auto.
Reparar los lentes que se te rompieron.
Llevar a tu mascota al veterinario.
En otras palabras, son gastos que no puedes anticipar y que en algunos casos puedes vivir sin ellos.